Locos por la taxonomía: Inbound Marketing y SEO

Portada Inbound Marketing

Hace unos días explotó como una bomba un debate que ya venía fraguándose bastante tiempo atrás. El 12 de marzo, Rand Fishkin, CEO de SEOmoz, publicó un artículo titulado The Brand of SEO and the Trend of Inbound Marketing, en el cual, ante la cada vez más amplia concepción de lo que supone el SEO, planteaba la necesidad de encontrar un término bajo el cual englobar todas las técnicas de marketing no intrusivas: SEO, Blogging, Social Media, Marketing de contenidos, Podcasts, Foros, Infografías, etc.

Componentes del Inbound Marketing

Rand se presenta como un enamorado del SEO, pero del SEO tal como es, es decir, optimización para motores de búsqueda, ni más ni menos. Cierto es que muchos profesionales del sector, ante el empuje de otras técnicas más novedosas, pretenden innovar el campo del SEO añadiéndole otras características que, si bien utilizadas conjuntamente proporcionan mejores resultados, nada tienen que ver con la esencia misma de la disciplina. Ante el aluvión de nuevas definiciones, muchas de ellas destinadas a renombrar el SEO, Rand defiende un término que en los últimos tiempos ha tomado especial relevancia: Inbound Marketing.

Una de las cosas que más me gusta del blog de SEOmoz es que en muchas ocasiones se aprende más leyendo los comentarios de los artículos que éstos mismos. Así, en el caso del post de Rand, nos encontramos (a fecha de redacción de este artículo) con 169 comentarios, la mayoría de ellos aportando realmente mucho valor a la conversación.

Sin embargo, echando un vistazo a mi cuenta de Reader, encontré cómo Ian Lurie, CEO de Portent, publicaba en su blog Conversation Marketing el artículo My problem(s) with ‘inbound marketing’ como respuesta al de Rand. En el mismo, Ian propone la opción que cree más apropiada, Internet Marketing, pero, para reforzarlo ante el empuje del Inbound Marketing, distingue entre el Internet Marketing “bueno” y otro “estúpido”. Nuevamente, los comentarios a raiz de este artículo no tienen desperdicio, con respuestas de Rand incluidas.

No obstante, no es mi intención entrar en la polémica de este debate, sino plantear una tendencia que, desde siglos, venimos realizando como seres humanos: la obsesión por la taxonomía.

Wikipedia define la taxonomía como “la ciencia de la clasificación”. Si bien se emplea habitualmente en Biología, para el caso que nos ocupa es realmente recurrente.

Las personas, para conocer el mundo en que vivimos, necesitamos hacer distinciones de todo aquello que observamos. Constantemente vamos parcelando los distintos órdenes de cosas que nos encontramos en nuestro día a día. Igual que en Biología tenemos distintos “taxones” de seres vivos, en Geología nos encontramos con una exhaustiva clasificación de minerales y rocas, y en Astronomía hemos sido capaces de confeccionar un precioso mapa de estrellas, galaxias, constelaciones, etc.

En la actualidad, el mundo del marketing no iba a quedar exento de esta vorágine taxonómica. Así, nos encontramos con un torrente de términos que, en muchos casos, nos amedrenta: inbound marketing, internet marketing, marketing de contenidos, marketing de afiliación, marketing orgánico, marketing digital, etc. Vamos, para volverse locos. Y es aquí donde se me plantea la duda: ¿realmente nos conviene tener tal multiplicidad de términos?¿no nos resulta contraproducente ante el desconocimiento de la mayoría de nuestros clientes? E incluso ¿tanta cantidad de términos no acaba dispersando la esencia misma del marketing?

Siempre he encontrado en las enciclopedias y los diccionarios una fuente inmensa de información, pero también de orden y rigurosidad. La lógica alfabética con la que se ordenan los términos o la claridad explicativa de las definiciones y desarrollos temáticos me han resultado de una utilidad de la que no puedo renunciar. Sin embargo, una excesiva proliferación de sinónimos (o cuasi-sinónimos) en torno a una misma idea lo veo como algo completamente contrario a la disciplina que nos ocupa. ¡Por supuesto que todos tenemos claro en qué consisten los términos nombrados con anterioridad! Pero, ¿los necesitamos todos? Al final, todo se convierte en un “rizar el rizo” que nos sumerge en una discusión semántica cuando lo realmente importante debería ser plantear un debate sobre cómo ofrecer nuestros servicios del mejor modo posible, buscando siempre la máxima satisfacción del cliente (al cual, por cierto, en la mayoría de las ocasiones, le da igual si estás desarrollando una estrategia de Inbound Marketing, de Social Media o de Posicionamiento en buscadores; lo que quiere son resultados).

La taxonomía moderna, esa cuyas bases dejó asentadas Carlos Linneo, nos ha servido para clasificar el mundo en que vivimos de modo que nos resulte más fácil reconocerlo así como adoptar los comportamientos adecuados para protegerlo. El marketing (online), una disciplina tan reciente como apasionante, necesita también de una taxonomía que defina claramente sus campos de acción, pero es fundamental que no nos obcequemos en dar vueltas alrededor de términos que, tras tanto moldearlos, se quedan absolutamente irreconocibles incluso para los profesionales del sector.

Y tú, ¿estás a favor de crear términos interminablemente, o no?

2 comentarios en «Locos por la taxonomía: Inbound Marketing y SEO»

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